viernes, 25 de octubre de 2019

"Tiburón" por Peter Benchley

 PÁRRAFO 1
Una pareja que vacacionaba en la playa de Amity, se va a altas horas de la noche en estado de ebriedad a la playa para meterse a nadar, a pesar de que el agua seguía bastante fría porque aún no llegaban los días totalmente calientes. El hombre quedó dormido en la playa mientras que la chica se metió a nadar muy adentro en el mar, no imaginó que un tiburón se encontraba muy cerca de ella. La mujer nunca logró volver a tocar la orilla.
Su compañero despertó al día siguiente sin encontrar a la mujer, regresó a la casa de alquiler con sus amigos pero nadie encontró rastro de ella.

PÁRRAFO 2
En la oficina de policía de la pequeña ciudad playera, solo se encontraba el oficial Hendriks. La estación no era muy grande y no contaba con muchos miembros porque la ciudad de Amity era en realidad muy tranquila. Pero Hendriks no resto importancia a la desaparición y contactó inmediatamente con el comandante Martin Brody. Broody era un hombre que comenzaba a perder la juventud, tenía una hermosa esposa que había conquistado porque venía a vacacionar al pueblo mientras que él era joven con esperanzas de convertirse en lo que era hoy, juntos tenían tres niños varones. Eran felices en su mayoría, pero últimamente Martin se preocupaba por su esposa que se sentía cada vez más deprimida por dejar de lado su vida en una familia rica para convertirse en esposa de un policía y ama de casa.

PÁRRAFO 3
Brody y el oficial Hendricks fueron a la casa de alquiler donde el compañero de la chica desaparecida los esperaba. Los tres se separaron para buscar en la playa a la chica en caso de que esta se hubiera ahogado. Hendrick fue quien encontró sus restos en muy mal estado enredado en algas en la orilla. Amity era una ciudad que subsistía de los extranjeros que venían en el verano. Los años en que no hubo mucho turismo, los residentes que se quedaban en invierno tenían múltiples problemas económicos. Estos pensamientos llevaron al comandante y al único periodista de Amity, Meadows, a debatir si iban a promulgar la noticia de que una turista había sido devorada por un tiburón. Meadows estaba de acuerdo en guardar silencio, pero Brody, pensando en la seguridad de quienes protegía, estaba decidido a cerrar las playas para evitar accidentes. La decisión estaba tomada hasta que el alcalde de Amity, Larry Vaughan, quien también era dueño de múltiples terrenos para rentar a turistas, contactó al comandante para persuadirlo de que no diera la noticia y no cerrára las playas para evitar las crisis económicas. Al no aceptar a la primera, lo amenazó con destituirlo del puesto de policía.

PÁRRAFO 4
Una madre y su hijo se encontraban en la playa la tarde del día siguiente a los acontecimientos. El niño insistía en que lo dejaran meterse al mar y como el chico sabía nadar, su madre le dio el permiso. El chico se metió con un colchón inflable y se dejó llevar por el agua. Cuando nado de regreso, las pataleadas en el agua revelaron al depredador gigante a su presa. El niño y su colchón fueron engullidos instantáneamente. Minutos después la madre del niño y otros testigos, se encontraban en la oficina de policía, sorprendidos y devastados. La prensa del New York Times también llegó para documentar lo que había pasado. Mientras esto sucedía, Meadows el periodista y Brody se mostraron preocupados y culpables porque la muerte del niño no hubiera pasado si hubieran atendido el primer ataque y hubieran cerrado las playas. Si se llegasen a enterar todos se sentirían molestos así que mientras decidían que no se revelaría la información, el oficial Hendriks apareció en la estación totalmente aterrado. Ese día había decidido pasar su día libre en la playa cuando escucho que un anciano a la orilla del agua gritaba, Hendriks había hecho lo que pudo para intentar salvarlo del furioso tiburón que no paraba de atacarlo. El pez no liberó su presa hasta que del anciano no quedaba casi nada por comer. Ante estos dos ataques, el comandante no espero más para cerrar las playas a pesar de las terribles consecuencias para el pueblo.

PÁRRAFO 5
Ahora era inevitable esconder los hechos con el artículo escrito por el Times, con este ahuyentaba a todos los vacacionistas que tenían pensado pasar el verano en Amity. Mientras que en el Times solo mencionaba las dos muertes, la prensa de la ciudad había decidido dejar de esconder la muerte de la primera chica. Con esta noticia la mamá del chico que fue devorado acribillo al policía y lo culpó de la muerte de su hijo. Esto hizo sentir terrible a Brody por no haber sido lo suficientemente valiente para haber enfrentado a los que se oponían a la decisión de cerrar las playas.

PÁRRAFO 6
Con la tragedia de la prohibición de entrada a las playas, Larry el alcalde se comunica con el comandante para llegar a una solución rápida porque sus accionistas estaban presionándolo para sacar adelante el negocio de alquiler de casas vacacionales y al saber que nada podía hacerse para abrir las playas este se comporta de forma sospechosa. Como una medida más para proteger al pueblo, se comisiona a un pescador para que inspeccione el mar en busca del tiburón. El comandante y Hendricks comienzan a preocuparse cuando el pescador no contesta la radio después de unas horas al mediodía y ni siquiera se comunica con su esposa. Ambos hombres se dirigen hacia el bote del pescador con una lancha prestada para ver qué sucede. Dentro de la embarcación no encuentran al hombre por ningún lado pero si distinguen el costado del barco desgastado y con un diente de tiburón blanco incrustado. Apesadumbrados se dirigen a tierra para ser voceros de malas noticias y de una muerte más.

PÁRRAFO 7
Martín, el encargado de la prensa del pueblo contacta a un viejo conocido suyo quien ahora es biólogo especializado en tiburones, para investigar qué es lo que puede hacerse con el monstruo que acecha Amity. Matt Hooper es un chico bastante joven que denota demasiado su origen de un rico veraniego que solía pasar las vacaciones en el pueblo cuando era un niño. La juventud del biólogo y su carácter, incomodan inmediatamente a Brody porque es la clase de persona con la que su esposa prefería estar y es todo lo que él no puede ser. El biólogo llega a aclarar que el animal se comporta de manera violenta y extraña por desequilibrios de la naturaleza y no por una maldición para castigarles como se estaba comenzando a creer entre los ciudadanos de Amity. Además admite que no puede estar seguro de poder matar al pez porque su profesión no se trataba de eso. Sin posibles soluciones, el alcalde de Amity no cede en sus insistencias de abrir las playas. Esto colma la paciencia de Brody y le pide de favor a Martin que utilice sus contactos para investigar a los misteriosos socios de Larry que parecen estar presionándolo todo el tiempo.

PÁRRAFO 8
Un día en que la esposa de Brody se dirige a comprar un artefacto para la casa en una tienda de muebles se topa con el biólogo y se reconocen. La mujer había sido novia de su hermano mayor hacía mucho tiempo cuando ella era joven y tenía la vida que tanto extrañaba ahora. Matt le confiesa apenado que él se había enamorado de ella cuando era apenas un niño. Esta pequeña plática despertó aún más la nostalgia de Ellen. El pueblo se ve envuelto en más crisis económicas llevando a los ciudadanos a un ánimo depresivo que afecta incluso al jefe de policía.

PÁRRAFO 9
Cuando su esposa le sugiere preparar otra de las tantas cenas que organizaba para intentar socializar con personas de su antigua clase social, Brody se porta pesimista. Después de una discusión acuerdan invitar al periodista, su esposa y al joven Matt. Se presenta una velada donde Brody no se siente a gusto no solo porque las charlas, el estilo y la comida lo hacen sentir viejo y vulgar, sino porque comienza a sentir que su esposa coquetea con el biólogo. Cuando la velada acaba tienen una discusión más, que hace sentir al jefe de policía bastante culpable. Esto llevo a su esposa a tomar la decisión de invitar a Matt al día siguiente a comer solos con otras intenciones en mente. La charla lleva de un punto a otro hasta que se logran sus objetivos, engaña a Brody con el muchacho. Mientras esto sucedía el jefe de policía estuvo llamando al biólogo para que se presentara a trabajar y hacer sus investigaciones acerca del tiburón pero no tuvo respuesta. Horas después marcó a su esposa para disculparse por lo ocurrido en la cena pero esta no contestó. Por la tarde la encontró en su casa y ella con pretextos logró evadir las preguntas de su esposo. El comandante comienza a sospechar y sentirse culpable al mismo tiempo.

PÁRRAFO 10
Al día siguiente Brody recibe un comunicado de que se hará una junta con el alcalde y los directivos para discutir sobre la apertura de las playas para el 4 de julio donde solían arribar más turistas. El alcalde, quien dirige la junta, se encuentra en un estado deplorable de salud y de nervios. El conejo presiona tanto al policía por ser el único que se niega a poner en peligro a las personas, a tal punto de que amenazan con destituirlo de su puesto. Cuando Brody decide tomar la decisión de renunciar por el mismo a su puesto, recibe una llamada de su amigo el jefe de prensa, con noticias acerca de los socios de Larry. Resulta que este había necesitado un préstamo de dinero para pagar por tratamientos para su esposa y había solicitado el dinero de fuentes equivocadas. Uno de los más importantes jefes de la mafia de Nueva York le habían hecho creer que estaba bien si no les devolvía el dinero, pero hacía unos meses le habían presionado comprar todas las casas de renta que se podían en Amity y pedirle, como compensación por su favor, más de la mitad del dinero que se ganaba. Pero al no haber ninguna ganancia al estar las playas cerradas, hostigaban a Larry todo el tiempo. El alcalde quien escuchaba por la otra línea todo lo que Martin le contaba a Brody, se tornó desesperanzado de que su secreto había sido revelado. Brody comprendió que no era prudente renunciar porque de esta manera no habría nadie que frenara las malas decisiones, así que aceptó abrir las playas con la condición de que las llenaría de policías para vigilarlas.

PÁRRAFO 11
Abren las playas pero nadie se atreve a meterse, hasta que retan a un chico adolescente a que nade por unos minutos. Los periodistas de Nueva York al igual que el comandante se encontraban ahí. Unos pidieron permiso de grabar al chico cometiendo la hazaña y Brody se dispuso a vigilarlo. Matt también se encontraba ahí con su lancha y se dispuso a acercarse lo más que pudo al muchacho. Todo parecía bien hasta que el biólogo noto que una mancha plateada perseguía al nadador. El chico braceó lo más rápido que pudo y el comandante le sacó del agua en cuanto esté estuvo cerca. Todo el incidente estuvo grabado por las noticias y Brody expuso públicamente que las playas volverían a cerrarse.

PÁRRAFO 12
Desesperados contactan con Quint, un misterioso hombre que asegura dedicarse a atrapar bestias acuáticas para divertir a los turistas del pueblo. Le ofrecen pagarle por día si consigue cazar al tiburón causante de todos los problemas. Quint acepta con la condición de que al menos dos hombres le acompañen todos los días, y aunque a Brody le aterra el mar, decide ser uno de ellos. Matt Hooper se ofrece a ser el segundo.

PÁRRAFO 13
En la mañana del día siguiente los tres hombres subieron al barco del viejo ex marine. A Matt se le asignó la tarea de tirar por la borda desperdicios para atraer el tiburón mientras que Brody vigilaba y Quint preparaba el equipo. Al pasar horas sin que nada apareciera, el comandante entabla conversación con el viejo y este le habla de su profesión y todo lo que había conseguido atrapar, entre ellos varios tiburones azules. Cuando le pregunta que usará como señuelo para acercar al tiburón una vez que aparezca les muestra a un pequeño delfín muerto. Se arma una gran discusión entre el biólogo y Quint acerca del respeto por la naturaleza y los animales. El primer día transcurre sin señales. El tiburón surgió al segundo día. Rompió sin ningún esfuerzo ambos cédales que le habían tendido con dos calamares como cebo. Y aunque hay un segundo donde parece que el pez atacára la lancha, este vuelve a hundirse en el agua y desaparecer. Brody jamás había sentido tal miedo que le había parecido que la cara del tiburón no era el de un ser sin conciencia, le pareció una cara con una sonrisa malévola en su cara. Pero ni a Quint ni a Hooper le habían parecido esto. Para Quint solo era un animal y para el biólogo le parecía un ser hermoso e inteligente. Todos concluyeron en que el tamaño del tiburón equivalía a alrededor de 6 metros de largo.

PÁRRAFO 14
Mientras esto sucedía en las inhóspitas aguas. En la casa del comandante se encontraba una visita inesperada. Larry el alcalde saludo a Ellen como el viejo amigo que había sido desde su juventud ya que ambos habían pertenecido al mismo ambiente. El hombre demacrado había ido a despedirse de la mujer, quien ya estaba enterada de todo por su esposo, ya sabía hasta donde había sido llevado su alcalde. Larry bastante más resignado y animado le pidió que no lo juzgará por lo hecho y por su huida de Amity y de la mafia, debía pensar en su esposa quien no sabía nada de en cuántos problemas se encontraba. Despidió tiernamente a Ellen y le comento que si hubiera decidido casarse con ella la habría hecho muy feliz. Ellen se permitió pensar lo que el hombre le había dicho, es verdad que le hubiera ofrecido esa vida que tanto había deseado conservar, pero llegó a la conclusión de que algún día se aburriría de eso. Prefería mucho más una vida imperfecta donde se le presentaran retos, donde tuviera que cuidar a sus hijos y tratar de entender a su esposo. Por primera vez en mucho tiempo recordó cuán feliz era su vida y tuvo miedo de encontrarse demasiado tarde para haber descubierto eso. Cuando escuchó a su esposo llegar a casa, corrió a abrazarlo.

PÁRRAFO 15
Para el tercer día, Hooper se sentía tan emocionado por haber visto al tiburón que quiso subir al barco con ellos una jaula de metal ligero con el que solía sumergirse y filmar libremente a los tiburones. Tanto Quint como Brody se negaron rotundamente a que intentara esa imprudencia. Pero el joven no se rindió y trato de sobornar al viejo marino para que lo dejara hacerlo, pero el comandante no lo permite y lo acusa de ser solo un niño imprudente. Matt en su desesperación, hace un comentario referente a la esposa de Brody, del que se arrepiente enseguida. Como el policía se encontraba días torturándose con el pensamiento de que su esposa le había sido infiel con el biólogo, explota y comienza a ahorcarlo. Matt consigue salvarse mintiendo acerca de que estuvo con otra chica. De esta forma, Matt Hooper consigue subir su jaula y se prepararan para un viaje con un silencio incómodo. No pasa mucho cuando el tiburón reaparece de sorpresa. Logran acercarlo lo suficiente a la pequeña embarcación con el señuelo del delfín que no tarda nada en engullirlo sin ningún problema. Con el pez increíblemente cerca Hooper se ofrece a bajar ahora su jaula para filmarlo y utilizar una especie de escopeta acuática capaz de hacer el suficiente daño como para matarlo si le daba directamente en la cabeza. Le ayudan a bajar la jaula y Matt se ve rodeado por agua en el territorio de un hambriento tiburón blanco de 6 metros. El biólogo se ve traicionado por su impresión ante el enorme animal y se siente con tanta seguridad como para acariciarlo por entre los barrotes. No tuvo el tiempo suficiente cuando el pez dio la vuelta y tira una embestida que desgarra los tubos. Matt Hooper fue comido por aquello que tanto amaba. Broody pudo captar todo esto porque la jaula no se encontraba muy profunda, tras presenciar la muerte del joven descubrió que a pesar de que lo odiaba por la posibilidad de que se había acostado con su esposa, no le deseaba la muerte. Cuando el tiburón acabó con el buzo, emergió del agua y pegó una fuerte embestida al barco, con ese semblante malévolo que tanto incomodaba a Brody. Después de eso, volvió a desaparecer. Quint ya no tenía a un segundo hombre que le ayudara para la misión, pero eso ya no le importaba ni siquiera que le paguen. Quiere acabar con el monstruo que se había burlado de ellos en más de una ocasión y está dispuesto a hacerlo con o sin la ayuda del policía.

PÁRRAFO 16
El comandante tenía los ánimos por los suelos después de lo acontecido, pero había algo que lo llevaba a querer seguir hasta el final. Cuando se lo dijo a su esposa, estaba triste por lo ocurrido a Hooper mas no sentía otra cosa porque él solo había sido un momento de distracción, estaba incluso más frustrada por la decisión de su esposo de querer ir al día siguiente al mar, decía que no tenía por qué sentirse responsable de todo lo que estaba ocurriendo. Él sabía que ella tenía razón, pero su amor por Amity no lo dejo desistir. Al día siguiente, después de despedirse emotivamente de sus hijos y de Ellen. Partió con Quint en la vieja lancha en medio del día lluvioso y como Matt ya no estaba, el policía tomó su lugar en la tarea de tirar carnada al agua. Parecía que los estaba esperando. El animal pega una fuerte mordida al costado del barco más este no contaba con que el marinero está preparado con un arpón del que colgaba un barril amarrado con una cuerda, que incrusta fuertemente en su pequeño ojo. El viejo aprovecha la confusión del tiburón para tomar otro arpón con barril y apuñalarle el estómago. Con el ánimo más elevado, ambos hombres observan como el pez se retira hacia el agua. Quint le explica a Brody que los barriles son para distraer al tiburón tratando de defenderse de los cilindros para que ellos puedan aprovechar a darle caza más fácil. Pero este no es un animal como cualquier otro que el allá casado, ignora los barriles y se va directo a pegar una fuerte embestida al vehículo que consigue tumbar al comandante. Pero el marinero se mantiene firme y en cuanto el tiburón saca la cabeza del agua, le propina otro arpón en el ojo. Triunfales, observan como los barriles se alejan por el agua en una retirada primero de forma rápida y después aminorando la velocidad. Esto da a entender que las fuerzas del pez disminuyen y probablemente esté cerca de la muerte. Los hombres colocaron en el barco una especie de horquilla capaz de enganchar el cuerpo del tiburón y remolcarlo a la playa para demostrar su muerte. Se acercaron a donde los barriles flotan y cuando por fin logran engancharlo, el tiburón reanima y aprovecha su posición para levantarse vertiginosamente sobre la lancha. El barco se inclinó mientras el agua se filtraba. El pez estaba tan cerca de la pierna del marinero quien intenta asustado tomar el arpón que se había escapado de sus manos. El policía, armado de valor tomo el arpón y se lo entrega al viejo tras muchas dificultades. Quint toma el arpón con ambas manos el metal y se lo encajo ferozmente en el estómago del animal. El tiburón en un ademan de dolor rueda por el barco y cae al agua, pero no se fue solo, sin darse cuenta el marinero no tuvo cuidado con la cuerda que conectaba el arpón con el barril y sale propulsado hacia el agua por la cuerda atascada en su pierna. Brody no tiene tiempo para salvarle pues el tiburón se lo había llevado con él.

PÁRRAFO 17
El policía se encontraba solo ahora con un barco que no se podía mantener a flote. Se agarró a un cojín de uno de los sillones del barco mientras este se hundía y lo dejaba totalmente expuesto flotando en el agua. Los barriles flotando representan a la bestia debajo de ellas, los objetos flotando comenzaron a acercarse hacia él a gran velocidad. Brody no era un buen nadador mucho menos capaz de huir del asesino que se acercaba. Totalmente aterrado se preparó para el ataque, pero este nunca llegó, esto lo extrañó y cuando tuvo el valor suficiente aguanto la respiración para ver que sucedía dentro del agua. Se encontraba el tiburón muriendo sostenido por el aire de los barriles junto al cadáver aún atrapado de Quint. Aterrado y aliviado. Brody nado a la orilla.

FIN

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